Alexander Torres Figallo
Tenemos un presidente frívolo, despilfarrador y sin empatía con la ciudadanía, principalmente en lo que refiere a temas sociales que afectan directamente a los ciudadanos. Esta afirmación ha quedado comprobada con su último viaje a España en el que se reunió con los Reyes Felipe VI y Letizia Ortiz, y con el escritor Mario Vargas Llosa, llevando a una delegación de más de cuarenta y cinco personas en el avión presidencial, en un momento de emergencia en el que los huaycos y precipitaciones de los ríos han dejado un saldo de más de medio centenar de fallecidos, miles de damnificados y cuantiosas pérdidas materiales, además de carreteras inundadas en Piura y La Libertad. ¿No deberían estar el presidente y el ministro de Transportes y Comunicaciones liderando una estrategia central junto a los gobernadores y alcaldes? Debemos analizar que no solo es un distrito afectado, son varias regiones del país y se necesita de una articulación macro entre sectores y gobiernos locales y regionales liderada por Vizcarra, quien lamentablemente solo nos ha demostrado la fragilidad de su liderazgo, siempre basado en el show mediático.
Una lectura sobre el manejo político del presidente nos permite darnos cuenta que persiste en el error de centrar el debate nacional en las investigaciones de Lava Jato, en vez de resolver temas fundamentales como la reconstrucción del norte, el incremento de 400 mil nuevos pobres en el país, el decrecimiento del empleo, el incremento de la delincuencia, y las deficiencias en la salud pública. Siempre se dijo que cuando las disputas políticas ya no tengan resonancia el gobierno perderá popularidad, y las encuestadoras no podrán tapar el descontento ciudadano por el olvido de los temas sociales, hoy vemos que, tras el error político de abandonar el país en situación de emergencia, Vizcarra empieza a caer en las encuestas. ¿Será solo su viaje a España? Tal vez la ciudadanía se ha dado cuenta que su tan aclamada lucha anticorrupción tiene como único fin tapar su propia corrupción que hoy empieza a salir a luz con las declaraciones de colaboradores eficaces respecto a los aportes del Club de la Construcción a su campaña, y sus vínculos en negocios con Odebrecht y Graña y Montero.