Archivo por meses: mayo 2020

EL APRISMO ESTA DE DUELO POR LOS CAÍDOS EN SUS FILAS

La Dirección Nacional de Política en emotivo mensaje extiende sus mas sentidas condolencias a los familiares de las victimas de tan terrible pandemia, y extiende su abrazo a todos los compañeros y hermanos.

Por su parte La Secretaría de Agrupaciones Profesionales  extiende sus condolencias a los familiares de los compañeros profesionales caídos por esta terrible enfermedad.

 

AGRUPACIONES PROFESIONALES: FORO «LA SALUD PÚBLICA DE CALIDAD: TAREA PENDIENTE»

AGRUPACIONES PROFESIONALES: FORO «LA SALUD PÚBLICA DE CALIDAD: TAREA PENDIENTE»

La Secretaría Nacional de Agrupaciones profesionales invita al Foro «La Salud Pública de Calidad: Tarea Pendiente» a cargo del c. Juan Carlos Yance – Ex- Presidente del Sindicato Nacional de Médicos de la Seguridad Social del Perú para el día Lunes 25 de mayo a las 8:00 pm  vía zoom.

COMUNICADO DE LA CONFEDERACIÓN DE TRABAJADORES DEL PERÚ DEL 21.05,2020

La Gloriosa Confederación de Trabajadores del Perú vuelve a pronunciarse frente al fracaso de las medidas implementadas por el gobierno en el Sector Salud, reiterando el pedido de destituir al Ministro de Salud Víctor Zamora y a la Presidenta Ejecutiva de ESSALUD  Fiorella Molinelli por ineptos.

La CTP recuerda en este comunicado cada una de las propuestas efectuadas a la Ministra de Trabajo Sylvia Cáceres para combatir con éxito la pandemia,  así como el rechazo al D.U. 038-2020 y a la Suspensión perfecta de labores que viene provocando cientos de miles de de despidos y arbitrariedades en el ámbito laboral.

Ahora la Confederación de TRabajadores del Perú -CTP  propone que el inicio de labores sea en forma gradual, reintegrándose primero los trabajadores que tengan menos probabilidades de enfermar de COVID-19 respetando un adecuado protocolo de bio-seguridad monitoreado por los Comités de Seguridad en Salud en el Trabajo; los trabajadores considerados de riesgo deben ser los últimos en reiniciar sus labores.

UNA NUEVA PERSPECTIVA JUVENIL POSPANDEMIA

UNA NUEVA PERSPECTIVA JUVENIL POSPANDEMIA

Por:  Aleixis Payba

Miembro de la Celula Parlamentaria Juvenil

“Los jóvenes tenemos que cuestionar nuestro carácter individualista y materialista, partiendo desde ello, podremos generar propuestas para disminuir la destrucción que estamos ocasionándole a la naturaleza”

El mundo se ha detenido intempestivamente, un virus de origen asiático ha hecho que replanteemos muchas de nuestras cuestiones personales, políticas, económicas y sociales. El confinamiento, nos ha mostrado los resultados de nuestra agitada y consumista vida, así como panoramas desgatados, pobreza y destrucción. El mayor ejemplo, lo tenemos en nuestra apropiación de espacios naturales en la que nuestro supuesto carácter humano ha sido desnudado como una falsa imagen que está sometida a la satisfacción de nuestras necesidades. Ante este panorama vale preguntarse: ¿Qué rol estamos jugando los jóvenes en este aislamiento social? ¿qué perspectivas nuevas de vida estamos proponiendo para la etapa pos-pandemia?

En términos de salud, todos coinciden en afirmar, que la sociedad en su conjunto se encuentra en guerra. Que la llamada normalidad, es un término no definido por estos días y, por ende, debemos replantear nuestra humanidad y objetivos de vida. Si algo está demostrando esta pandemia, es su conversión en un estímulo para el Estado, realismo doloroso de agentes y sectores sociales abandonados o poco atendidos; uno de ellos la salud. Nuestro país, es una imagen real de una nueva “prosperidad falaz”, utilizando la terminología del maestro Jorge Basadre, el Perú –en gran parte por culpa de sus gobernantes- ha dejado pasar otra oportunidad de desarrollo y progreso sostenible. Se repetía siempre el discurso “somos un país en desarrollo”, pero el Covid-19 ha desmentido esta frase, mostrando al mundo que el “mendigo sentado en un banco de oro”, no entiende que para que un país se desarrolle, los sectores como salud y educación deben estar bien atendidos. El estado no es capaz, de por lo menos brindarle las suficientes herramientas a los médicos para que puedan combatir esta pandemia. La revolución científica y técnica que ha vivido y sigue viviendo el mundo, sigue siendo para nuestro país un objetivo inalcanzable.

El siglo XXI, denominado por muchos sociólogos, economistas e intelectuales, como el siglo de la juventud, la era de la información, del conocimiento, era una oportunidad para que las futuras generaciones generen propuestas de cambio y se introduzcan en el mundo de la investigación. Sin embargo, esto no se ha producido a cabalidad, el mal manejo de las tecnologías ha desviado y reducido el conocimiento de los jóvenes. El lingüista Noam Chomsky nos refiere diez estrategias de manipulación que utilizan hoy los grupos de poder y gobiernos para mantener al público ocupado en discusiones sin sentidos, psicosociales que tienen la única finalidad de apartar al público de la crítica en los problemas esenciales que afronta la sociedad, problemas que esta pandemia ha desnudado. Claro ejemplo, la absurda discusión si un programa reality debe o no regresar a la televisión.

La juventud peruana, tan carente de maestros de quien aprender –panorama que vivió la generación del centenario conformado por Cesar Vallejo, José Carlos Mariategui, Víctor Raúl Haya de la Torre, Jorge Basadre, Raúl Porras Barrenechea, Magda Portal, etc-, afronta hoy una realidad crítica. Los problemas de nuestro país se desbordan como agua en cascada, somos testigos como miles de peruanos empiezan a violar la cuarentena, no por ignorantes o irresponsables, sino por instinto de sobrevivencia. Sin embargo, los jóvenes pareciéramos, haber perdido el sentido altruista por el prójimo, por el que menos tiene. Ese es el pánico del que habla el filósofo sur coreano Byung-Chul Han, al describir a la absorción de los jóvenes por la “cultura del me gusta”, digitalización que elimina la realidad y nos vuelve sólo propagadores de pantallazos, haciendo cada día reducido nuestra capacidad de análisis y de propuesta, sin conmoción por lo que le pasa a los más necesitados; no hay realidad.

La misma pandemia y cuarentena nos abren ventanas de solución, el estar confinados en nuestros hogares para no propagar este virus, ha hecho que nuestro planeta Tierra respire. El 35% de gases invernaderos han disminuido, la especie animal ha recobrado –aunque sea por unos meses- su libertad robada por nosotros los humanos, a la vez, han llegado nuevas discusiones. El historiador Israelí Yuval Noah Harari nos advierte[1], que la vida postpandemia nos traerá un nuevo modelo de “control social”, la digitalización será instrumento de los gobiernos para tener contralada a su población acusada ya desde ahora de mal educada. Recordemos que las políticas del terror, son utilizadas para asustar y disciplinar a la sociedad, es probable que nuevas formas de esclavismos se generen, es ahí donde la voz de la nueva generación debe ser alzarse. Una voz de protesta y de conocimiento, es esto último lo que moverá al mundo. Dejar la inacción, por la constante interrogante de los problemas que afectan nuestro entorno, la realidad de hoy, globalizada, está en constante cambio y transformación, sería apoyar “el desastre” quedarnos inactivos intelectualmente.

Los jóvenes tenemos que cuestionar nuestro carácter individualista y materialista, partiendo desde ello, podremos generar propuestas para disminuir la destrucción que estamos ocasionándole a la naturaleza. Promover un nuevo pacto social, donde se introduzcan políticas de transición ecológica, laborales y de defensa de los derechos humanos. No podemos permitir que se siga manteniendo en abandono a profesionales que hoy en día son nuestro escudo ante la pandemia. Se deben revitalizar las instituciones públicas, fortalecerlas para que estas no le huyan y abandonen a los pobres de nuestro país. Pronto cumpliremos doscientos años de independencia, tomemos esta pandemia como el inicio de una nueva perspectiva de vida y como República. No más una prosperidad falaz, basta de seguir siendo simple espectadores del cambio global, no al ultramaterialismo que destruye nuestros ecosistemas. Es cierto, el Perú es un problema, como bien diría el maestro Jorge Basadre, pero hay que también verlo como una posibilidad.

[1] En su columna “El mundo después del Coronavirus”

 

LAS POLÍTICAS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA Y EL PERÚ FRENTE AL COVID-19

El día jueves 14 de mayo la agrupación de profesionales Apristas de Lambayeque realizaron una conferencia virtual a través de la plataforma zoom teniendo como invitada a la c. Nidia Vilchez Yucra, con el tema «Las políticas sociales en América Latina y el Perú frente al Covid-19».

Por ser de gran importancia incluimos aquí las láminas de la presentación extraordinaria de la compañera que gentilmente nos ha hecho llegar.   Y el compromiso de ella de repetir dicha presentación cuando se le requiera.  Saludamos ese gesto tan aprista de la compañera Nidia Vilchez.

          

DE LA CUARENTENA A LA SESENTENA

DE LA CUARENTENA A LA SESENTENA

Por: Mauricio Mulder,     Presidente de la Comisión Política del Partido Aprista Peruano
Publicado en la página web de la Internacional Socialista – Opiniones

El Perú, país de 32 millones de habitantes, de los cuales 10 millones viven bajo los mínimos de la pobreza, ha contado hasta el día de hoy, 13 de mayo, más de 2 mil muertos en el universo de más de 70 mil portadores del coronavirus. Las cifras son engañosas y muy gruesas. Tirios y troyanos ponderan la rápida determinación de establecer una cuarentena total en el país, iniciada el 15 de marzo y que aún se mantiene hasta el 24 de mayo, si es que no hay una quinta prórroga de la misma. Pero los mismos que recalcaron el inicio temprano de la cuarentena, son ahora muy escépticos con los resultados alcanzados. Primero, porque las pruebas que se hacen solo a personas que se sienten portadores de los síntomas conocidos (tos, dificultades respiratorias, fiebre, etc.) o que son parte de la población vulnerable (adultos mayores, diabéticos, hipertensos u obesos). No se hacen exámenes generalizados a sectores organizados, llámese personal de salud, policías, militares, bomberos. Cuando los congresistas decidieron por su cuenta hacerse el examen, diez de ellos dieron positivos, de un universo de 100 testeados. Sólo dos tenían síntomas. Segundo, porque el que se haya prorrogado cuatro veces el confinamiento, es porque simplemente no ha producido el resultado que se esperaba. Todos suponen que quedarse en casa no solo preserva de estar en situaciones de contagio, sino que con esa medida, la curva de crecimiento de contagio se reduce. Es lo que se llama “llegar a la meseta”, en lugar de una pendiente hacia arriba. Pues bien, no se ha llegado a esa meseta aun, y el crecimiento sigue imparable. Somos el segundo país de América Latina en número de contagios (70 mil) solo por debajo de Brasil, (170 mil) que tiene más de 210 millones de habitantes y estamos por encima de México (38 mil contagiados) pero con 130 millones de habitantes. El factor determinante para ese panorama ha sido, según la mayoría de analistas, el alto nivel de informalidad de la economía peruana. Mas del 70 por ciento de la PEA es informal. No paga impuestos directos, no está en planilla, no declara ingresos, no ahorra, es cuentapropista. Vive al día. Si no sale a la calle no come. Esto se evidenció de manera más clara en el sector de la pequeña y microempresa, por lo general dedicada a proveedora de servicios, sea alimentación, textil, transporte o venta callejera al menudeo. El gobierno creyó que la mano dura era suficiente para impedir las vulneraciones al toque de queda y optó por llevar a la cárcel a los sorprendidos en la calle y ordenó que el Ministerio Público les abra proceso penal y los amenace con un año de prisión efectiva. En sus conferencias de prensa, el jefe de estado Martín Vizcarra dedicaba más tiempo en admonizar a la gente supuestamente “irresponsable” y en amenazarlos con mano dura, que en informar sobre el avance de la pandemia. Llegaron al extremo de establecer días de salida separados para hombres y mujeres, con una “visión no patriarcal” disparando la cifra de los que salían de su casa y aumentando de hecho el contagio. Han ordenado además monitorear el GPS de toda la población, dizque para impedir las aglomeraciones. Pero la sospecha de convertir esa data en arma de seguimiento a políticos de oposición se ha desnudado por completo. Al día de hoy, no se conoce aún algún factor que permita recuperar el optimismo en el decurso de la epidemia. Vizcarra, que desde el inicio de la crisis protagonizaba una conferencia de prensa todos los días a las 12, empezó a espaciar las mismas. Esas conferencias se hacen sin prensa. Los secretarios de la presidencia “escogen” preguntas remitidas con anterioridad y no hay repreguntas. Lo peor es que ha tenido que hacer golpes de timón varias veces y eso dice mucho de su impericia política. A dos días de implantada la cuarentena, sacó a su ministra de salud, Elizabeth Hinostroza, que en los tres días anteriores se escabullía, literalmente, de la prensa y la reemplazó por un médico sin trayectoria clínica pero con currículum como dirigente político y tuitero provocador. Al darse cuenta que los exabruptos del nuevo ministro le generaban problemas y no queriendo caer en el papelón de hacer otro cambio, optó por dejarlo sin atribuciones, creando un ”Comando Covid 19” a cargo de otra funcionaria, Pilar Mazetti, ex ministra de Salud del gobierno de Alejandro Toledo. Las estrategias y responsabilidades de enfrentar la pandemia, son ahora responsabilidad de ese “Comando” y no del Ministerio de Salud, como manda la ley. No es el único ministro en terminar quemado como fusible. El ministro del Interior, Carlos Morán, encargado de la Policía Nacional, fue fulminado de su cargo de la noche a la mañana, presumiblemente por avalar compras corruptas de material de protección para la policía. No se tiene certeza de los hechos ya que casi no existe prensa de oposición en el Perú. La verdad es que la gran prensa peruana, en un 80 por ciento está concentrada en solo dos familias que dependen totalmente del avisaje que les paga el Estado y los ha vuelto rabiosamente oficialistas. Todos los periódicos abren sus portadas con el mismo titular y la televisión se encarga de leerlos en sus noticieros. No hay tiempo para investigar las razones de la caída del ministro del Interior, solo rumores y trascendidos, a pesar de que la medida fue acompañada por la defenestración de alto mando de la Policía. Mientras tanto, Vizcarra y un pequeño grupo de áulicos, buscaron aprovechar las circunstancias para hacer algo de pirotecnia política. Las redes sociales se vieron inundadas por supuestas opiniones reales que hablaban de Vizcarra con el típico lenguaje totalitario de culto a la personalidad que se ha visto tantas veces en la historia. Se le comparaba con Churchill, Mandela y no faltó quien dijera que era un ”dios”. Se quiso aprovechar su cumpleaños, el 22 de marzo, para que en los balcones y ventanas de la ciudad, se le cantara un masivo “happy birthday” y no faltó un alcalde que le enviara pasteles y hiciera reventar luces pirotécnicas. Se encargaron “encuestas” que le dan casi 90% de respaldo político, lo que lo llevó a manifestar que se encontraba muy satisfecho pero que no pensaba ser candidato sino que su único pensamiento es superar la crisis. Típica respuesta política de los que después dicen que cambiaron de opinión

LA PANDEMIA EN TIEMPOS DE INFORMALIDAD

La pandemia en tiempos de informalidad

Es necesario darle una perspectiva heterogénea a la lucha contra el virus

POR : Alan Salinas

Por estos tiempos de pandemia, se ha hecho evidente la informalidad (entendida como cultura) en la sociedad peruana para afrontar la emergencia sanitaria que el Estado ha propuesto. Desde el inicio del confinamiento, todas las regiones del Perú acataron el confinamiento, pero no en la misma medida. Al no tener el país una economía formal que otorgue seguridad social y bienestar económico a nuestra población, los peruanos y peruanas vinculados al sector informal (70% del Perú, según el INEI) han creado un ethos (o modo de vida) que está muy relacionado con el «vivir del día a día». Cuentan, además, con una apreciación pragmática y antiestatal de las medidas que otorga el Gobierno.

Eso lo podemos apreciar en estos tiempos de lucha contra el coronavirus. La gente, al enfrentar la suspensión de sus actividades laborales hasta el término del confinamiento (que el Gobierno ha garantizado al empresariado) o al tener un trabajo como independiente, se ha ingeniado la forma de obtener dinero para mantener a sus familias. Tan es así que, al estar paralizadas todas las actividades del país (salvo mercados y farmacias), se ha visto por las calles de Lima, hasta el toque de queda, la venta de comida y otros productos de primera necesidad sin las medidas sanitarias correspondientes, generando riesgos y, cómo no, el aumento de infectados hasta el día 60 de cuarentena en la que nos encontramos.

Por otro lado, el no respeto a la autoridad, tan característico de la informalidad como cultura, se ha visto reflejado en regiones como Loreto, donde el sistema de salud está colapsado; Piura, con altas tasas de infectados; Lambayeque, en la misma media; y Lima, la capital, que cuenta con el mayor número de infectados. La razón: espetar en el papel las medidas, pero haciendo caso omiso a las restricciones que el Estado ha impuesto. Esto se aprecia en la movilización masiva de personas de un lugar a otro, y en la proliferación de las llamadas «combis» como transporte público, sin ningún permiso del Ministerio. La frase «hecha la ley, hecha la trampa» o el característico «más vale pedir perdón que pedir permiso» son la condición sine qua non del carácter informal.

¿Qué hacer frente a ello dado que –hasta el momento– la estrategia contra el coronavirus no ha sido la adecuada? Pues, dadas las características de nuestra sociedad, se necesita –además de una comunicación efectiva sobre el tema– un personal social y policial/militar que haga valer el sentido de autoridad. Si empezamos por allí podremos tener un mayor control. Por otro lado, como lo ha señalado recientemente el doctor Ugarte, es necesario darle una perspectiva heterogénea a la lucha contra la pandemia. Cada región presenta una particularidad que es necesario tomar en cuenta, tanto a nivel social como sanitario. Hay que tener también en cuenta que es necesario dar ya las medidas sanitarias pertinentes para los independientes y pequeñas y medianas empresas vinculadas al sector servicios y de producción.

Finalmente, es necesario darle –dentro del marco de la ley– algunas facultades a las Fuerzas Armadas dado que cuentan con un comando operativo para estas crisis. Conocen sus zonas y su colaboración resulta imprescindible. El Gobierno puede aún rectificarse, reordenar las estrategias sociales y de salud para combatir esta pandemia.

Las guerras, como las crisis, dan a conocer el carácter de las élites políticas del país.

 

ANTE LA CRISIS EN EL PERÚ, LA DIRECCIÓN NACIONAL DE POLÍTICA PROPONE

La Dirección Nacional de Política del Partido del Pueblo, cuyo Presidente es el c. Mauricio Mulder Bedoya y después de escuchar a las bases en el Plenario Virtual, cree necesario dirigirse al país para expresar diversos puntos relacionados con la crisis prolongada que aqueja al país.

Aquí el Pronunciamiento de la Dirección Nacional de Política del día 12 de mayo del 2020.